miércoles, 13 de febrero de 2013

Conferencia de Bolaño en el CCCB


En el año 2002, el escritor y poeta Roberto Bolaño participó en la primera edición de la Fiesta de Literatura Amplificada Kosmopoli realizada en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.

Bolaño, que por aquel entonces empezaba a gozar de reconocimiento y presencia mediática tras ganar los premios Herralde y Rómulo Gallego por su novela Los detectives salvajes, estaba invitado para hablar de la nueva narrativa en Uruguay, Argentina y Chile. Pero decidió saltarse el guión y centrar su discurso en la literatura argentina y, más concretamente, en la narrativa realizada después de la muerte de Borges, que él denominó «las derivas de la pesada».


«La idea original era hablar de la literatura argentina desde Borges hasta Rodrigo Fresán, pero pronto comprendí que para hacerlo hubiera necesitado no diez páginas sino cien, y evidentemente no estaba dispuesto a escribir cien páginas, ni mucho menos creo que ustedes estuvieran dispuestos a escucharlas ahora» Roberto Bolaño, Kosmopolis 2002, CCCB.

Audio de la conferencia
Vía CCCB

miércoles, 6 de febrero de 2013

Cómo escribir con estilo (Kurt Vonnegut)

Los periodistas y los escritores técnicos están entrenados para no revelar prácticamente nada sobre ellos mismos en sus escritos. Esto los convierte en anomalías en el mundo de los escritores, ya que casi todos los demás desgraciados manchados de tinta que habitan ese mundo revelan cantidad de cosas sobre sí mismos a los lectores. A estas revelaciones, accidentales e intencionales, las llamamos elementos de estilo.

Dichas revelaciones nos indican a los lectores que clase de persona es aquella con la que estamos pasando el tiempo. ¿Parece el escritor ignorante o informado, estúpido o despierto, deshonesto o sincero, jugetón o carente del sentido del humor? Etcétera, etcétera.

¿Por qué deberías examinar tu estilo de escritura con la intención de mejorarlo? Hazlo como muestra de respeto por tus lectores, escribas lo que escribas. Si garrapateas tus ideas de cualquier manera, probablemente tus lectores percibirán que ellos no te importan en lo más mínimo. Te tendrán por un ególatra o un cabeza de chorlito… o peor, dejarán de leerte.

La revelación más condenatoria que puedes hacer sobre ti mismo es que no distingues entre lo que es interesante y lo que no. ¿No te pasa a ti también que te gustan o disgustan escritores principalmente por lo que eligen mostrarte o por aquello en lo que te hacen pensar? ¿Alguna vez has admirado a un escritor cabeza hueca únicamente por su dominio del idioma? No. De modo que tu estilo ganador debe comenzar con ideas en la cabeza.